El adecuado tratamiento de los suelos de madera va a lograr retrasar muchos años el acuchillado. Un buen mantenimiento, encerado adecuado y decapado periódico, son los pasos a seguir para el cuidado del suelo.
Lo primero es elegir el detergente adecuado. Existen en el mercado, limpiadores jabonosos específicos para estos suelos. Además de retirar la suciedad, contienen aceites que nutren la madera. Diluir la dosis necesaria en un cubo con agua caliente, escurrir muy bien la fregona y fregar normalmente. De esta manera conseguiremos que el agua se seque rápidamente y no humedezca el interior de la madera.
La cera. Nos encanta dar cera, tener los suelos como espejos. No reparamos en que el exceso de capas de cera, acaba dejando mate el suelo. Tenemos que apurar todo lo posible la aplicación de las capas de cera. Evidentemente, antes de encerar, el suelo ha de estar limpio y seco. La cera se aplica con fregona de tiras de microfibra. Utilizar una de algodón es un error ya que quedarían fibras en el suelo encerado. Terminado el proceso, es muy importante enjuagar la fregona y eliminar los restos de producto. En caso de no hacerlo, quedaría inservible al secarse con cera en las tiras.
Llegará un momento en el que sea necesario retirar las capas de cera. Un decapado con máquina rotativa es la solución. Utilizando decapante para madera, un disco suave de fregado y la potencia de la rotativa, el trabajo se completa en muy poco tiempo. Una vez que tenemos el suelo en el estado original, empezamos el ciclo de limpiezas y encerados.
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