Necesito una limpieza para mañana. Alguna vez nos llaman preguntando si podemos hacer una limpieza para el día siguiente y casi siempre decimos que no. La agenda está ocupada con los trabajos fijos y tenemos unas horas para los ocasionales. Una vez cubierta, es complicado modificarla. Si hemos comprometido una limpieza un día, no se puede dejar por hacer otra. Todos nuestros clientes merecen el mismo respeto. Además, hay que contar con que la maquinaria esté usándose en otro lugar, el tiempo si es un trabajo de exterior y mil detalles que el posible cliente no conoce.
La calidad está reñida con la prisa y la improvisación. Salvo en casos muy excepcionales (inundaciones o similares). Así que, si en el futuro tiene pensado llamarnos, mejor con tiempo para buscarle un hueco. A pesar de haber reforzado la plantilla, no podemos abarcarlo todo.
Y si hablamos de presupuestos, ocurre algo parecido. No lo damos sin ver el trabajo. Hay quien nos llama o escribe describiendo lo que quiere que hagamos, pensando que eso es suficiente. Y no lo es. Decir que hay que limpiar por encima o es cosa de nada, no nos da una idea de lo que realmente quiere el cliente. Si alguien presupuesta de esa manera, lo que es seguro es que sobrevalorará el trabajo para no pillarse los dedos.